Retrasar la edad de jubilación a los 67 años podría ser una realidad en un futuro cercano para todos los españoles, teniendo en cuenta las nuevas leyes que se encuentran en el horizonte de este país.
Sin embargo, hay quienes tienen fuertes dudas respecto de retrasar la edad de jubilación a los 67 años, ya que llegar a trabajar hasta una edad tan avanzada como la que se propone, no es tarea sencilla.
¿En qué consiste el plan de retrasar la edad de jubilación a los 67 años?
La jubilación en España siempre ha estado en torno a la franja de los 65 años, pero, con las nuevas leyes que esperan ser aprobadas a corto plazo, esa jubilación pretende aumentar 3 años más.
Esto sucede tras aprobarse la última reforma, la cual indica que la edad de jubilación irá aumentando de forma progresiva, hasta llegar al objetivo fijado, que no es otro que retrasar la edad de jubilación a los 67 años, a partir del año 2027. Y es así donde entra en juego la jubilación demorada de la que hablábamos anteriormente.
En este sentido y, a través de este post, te explicamos los principales beneficios, así como las desventajas que pueden suponer para aquellos trabajadores que se encuentran cerca de finalizar su trabajo y que quieran acogerse al plan de jubilación.
3 ventajas de retrasar la edad de jubilación a los 67 años
El retraso hasta los 67 años presenta un conjunto de beneficios, algunos para los pensionistas y otros para el Estado, que se pueden catalogar en distintos niveles:
Bonificación en la pensión
En el caso de los trabajadores que siguen en activo, una de las grandes motivaciones a la hora de pensar en acogerse a la jubilación demorada, es la bonificación que pueden percibir en la pensión que les corresponda por años de trabajo. En este sentido, la mejora tiene una oscilación que ronda entre el 2 y el 4 por ciento por cada año que se está en activo trabajando, una vez se ha cumplido la edad mínima ordinaria para poder retirarse, aplicándose sobre la base reguladora para calcular la cuantía definitiva a percibir.
En este tipo de casos, es de suma importancia el cumplimiento de una serie de requisitos para optar a la bonificación en la pensión:
Se debe acreditar tener un mínimo de 25 años cotizados, en el momento en el que se cumpla la edad legal de jubilación para poder beneficiarse de un 2 por ciento más por año en la prestación.
Si se ha trabajado durante más tiempo, por ejemplo, entre 25 y 37 años, veremos aumentada la pensión hasta en un 2,75.
En el caso de haberse superado los 37 años cotizados, se aplicará una bonificación del 4 por ciento.
Aumentar el periodo de cotización
Se trata de un beneficio más que está relacionado con la posibilidad de retrasar la jubilación tras completarse los años necesarios para tener un 100% sobre la base reguladora. En el supuesto caso de que nos quede muy poco tiempo para alcanzar este objetivo, hay muchas personas que continúan trabajando dentro de la población activa para percibir, posteriormente, una prestación más completa.
Mantener el poder adquisitivo
Siempre o casi siempre que se accede a la jubilación, suele reducirse el poder adquisitivo, a menos que se tenga previsto un plan de pensiones para complementar a la pensión pública. Es en estos casos en los que los trabajadores deciden extender su relación laboral más allá del marco mínimo de edad legal para jubilarse, manteniendo así el mismo nivel de ingresos.
Los principales obstáculos de retrasar la edad de jubilación a los 67 años
Por otro lado, ¿cuáles son los principales obstáculos que podemos encontrarnos a la hora de querer retrasar unos años más la soñada jubilación? Destacamos estos tres:
Dificultad para poder disfrutar la jubilación como quisiéramos
A mayor retraso para jubilarse, mayor será la probabilidad de que aparezcan dolencias propias de la edad avanzada. Esto, muchas veces, no permite disfrutar plenamente de esa jubilación por la que tanto hemos trabajado. Además, hay que tener en cuenta que este hecho afecta más a los trabajadores de clases menos favorecidas, que son quienes sufren un mayor desgaste físico con el paso de los años.
Límite de la pensión máxima
En muchas ocasiones, a la hora de aplicar los incentivos que suponen retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, no se tiene en cuenta que puede ser perjudicial para la cuantía máxima a percibir establecida por ley en cada periodo. En resumen, a pesar de continuar trabajando los años que queramos, o en su defecto hasta los 67, no implica poder cobrar una prestación superior al límite fijado.
Dificultades del propio mercado de trabajo
Las múltiples deficiencias que actualmente existen en el mercado laboral son obstáculos a los que se deben enfrentar aquellos trabajadores que luchan por su jubilación. Y es que, el hecho de quedarse sin trabajo a partir de una edad razonable, como puedan ser los 55 años, dificultará sobremanera la capacidad de volver a integrarse dentro de la llamada población activa, en comparación con las posibilidades que tendrá la gente más joven para el mismo puesto de trabajo. Por tanto, es necesario recordar que en algunos sectores puede resultar inviable la posibilidad de seguir trabajando más años de lo estipulado.
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