Seguros para grandes empresas: ¿qué es la responsabilidad social y corporativa?

Contar con buenos seguros para grandes empresas tanto corporativos como sociales, constituye un requisito clave para el éxito y la tranquilidad de quienes lideran la empresa. Prevenir cualquier imprevisto antes de que suceda y cubrirlo en caso de que pase, es una de las funciones principales de un seguro, ya que dichos percances afectarían de modo negativo el desarrollo de la compañía.

En GestoriaEmpresas, de hecho, contamos con diferentes tipos de seguros en cartera. Los principales se corresponden con los de vehículos, del hogar, de vida, de pensiones, etc. Aunque es el de la responsabilidad social el seguro para grandes corporaciones.

La responsabilidad social corporativa (RSC) es un concepto referido al cumplimiento estricto de las legislaciones del momento, en todo tipo de materias: laborales, sociales, ambientales y de derechos humanos. Por tanto, la RSC debe ser considerada por la propia empresa como un motor de cambio.

Así, algunos de los principales valores y compromisos de una empresa son: la independencia en su gobierno y gestión, la transparencia destinada a sus grupos de interés, el alineamiento de sus objetivos, el compromiso con la mejora continua, el respeto por el medioambiente, la equidad o la comunicación directa con los clientes.

Seguir unos correctos patrones de RSE representa todo un valor diferencial para una gran empresa, a la vez que fomenta la competitividad. Una compañía socialmente responsable devuelve a la sociedad unos bienes y servicios, a través de una fiscalidad responsable e impulsa, igualmente, la acción contra el fraude fiscal.

Implica también un sistema de retribución más transparente, a la vez que se favorece la diversidad en la plantilla: de mujeres, personas con necesidades especiales o emigrantes. Ayuda a mantener un empleo de calidad y facilita la conciliación familiar y laboral.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó sus recomendaciones para un buen gobierno corporativo en febrero de 2015. En este sentido, entienden que los consejos de administración de las empresas deberían seguir una serie de consejos de uso estándar.

Constituye un elemento fundamental en el desarrollo de confianza y autopromoción. De este modo, los responsables de la organización habrán de informar acerca de la situación de la empresa y de cualquier conflicto de interés que pudiera poner en riesgo su fiabilidad o sostenibilidad a largo plazo.

Todos los órganos de gobierno deben regirse por una misión unitaria y concretarse como todo un referente para el resto de la empresa, con el fin de aunar y conseguir una buena administración.

La administración de la empresa debe encargarse de definir claramente las responsabilidades de cada miembro de la plantilla, a través de una serie de reglas, destinadas a cumplir unos objetivos concretos, que generen valor y sostenibilidad.

Asimismo, se recomienda que el consejo de administración posea unos objetivos y prioridades eminentemente claros, en pro del correcto funcionamiento en toda la cadena de valor.

La compañía, igualmente, debe traslucir en su plantilla toda la variedad de la sociedad en la que se desarrolla. Así, se deberían incluir a hombres y mujeres, mayores y jóvenes, de diferentes procedencias socioculturales, especializados y con experiencia.

Los seguros para grandes empresas cubren el riesgo de tener que indemnizar a un tercero por daños y perjuicios por un hecho causado por el asegurado cuando este sea responsable del daño. Por tanto, la compañía aseguradora debe haber ofrecido previamente una garantía contractual, por el cual cubrir las actuaciones accidentales del asegurado.

Este tipo de seguro posee la particularidad, en realidad, de que se trata de un seguro a favor de las víctimas más que de la propia compañía asegurada. Además, la empresa aseguradora debe, así, encargarse de las cantidades económicas que pagar.

Desde 9 Assessors le aconsejamos que, como empresario, se adapte a los nuevos tiempos, en los cuales el consumidor se encuentra en el centro de la sociedad. En cierto sentido, se ha pasado de un marco subjetivo, basado en la culpa, hasta otro más objetivo, focalizado en la autoría del daño y sus consecuencias humanas y morales.

En muchas sentencias, se señala la inversión de la carga de la prueba, la presunción a favor de la persona perjudicada o la responsabilidad potencial por riesgo de la propia empresa. El concepto de «siniestro» también se ha visto influido, al considerarse una pérdida patrimonial sucedida como consecuencia de un perjuicio a un tercero a través de un acto.

Este siniestro se concretará en una reclamación de la víctima, la cual debe formularse de manera judicial o extrajudicial. En caso de no hacerse, no existiría la obligación de indemnización. Dicha reclamación la pueden solicitar tanto el perjudicado como sus herederos.

Cuando la reclamación suceda, entonces, la empresa debería darle a conocer a la víctima la existencia del seguro corporativo, así como su contenido íntegro. Por tanto, contar con un seguro de este tipo dota a una compañía de una gran confiabilidad y presencia empresarial. 

Si después de leer este artículo, ya estás del todo convencido de que necesitas uno de nuestros seguros para grandes empresas,  no lo dudes más y ponte en contacto con nosotros. Nuestros asesores en el ámbito de seguros analizarán hasta el mínimo detalle de tu casuística concreta para ofrecerte el seguro que mejor se adapte a tus necesidades. Con los seguros para grandes empresas de 9 Assessors, tu empresa estará en las mejores manos.